Así se titula el libro de Rosa Montero, en donde, casi de forma terapéutica, va relatando la vida de Marie Curie y estableciendo un paralelismo simbólico con su propia experiencia.
Ambas mujeres perdieron trágicamente a sus maridos y casi como un acto de supervivencia, volcaron ese dolor en su trabajo.
Marie Curie fue la primera mujer en ganar un Premio Nobel, y dedicó gran parte de su vida —casi obsesivamente— a su labor científica. De aquí surge la primera enseñanza que nos deja:
A todo lo que le dediques tiempo, todo el tiempo que puedas, verás cómo florece. No existen personas más capaces que otras, solo personas que invierten horas y horas en aquello que quieren dominar.
Cuando te enamoras, queres ver a la otra persona todo el tiempo. El mundo, por momentos, pasa a un segundo plano. Así se sentía Marie Curie con su laboratorio. Lo admirable, más allá de los premios, es su perseverancia y la capacidad de dedicar tanto amor y energía a su trabajo.
Además de genia, Marie era una persona y volcó también su otro gran amor, Pierre. Para Marie, una mujer de ciencia, le resultaba poco probable encontrar a una persona con la cual compartir su devoción a la investigación. Pasaban noches enteras en vela en el laboratorio, intercambiando descubrimientos… y seguramente, mucho más.
«No puedo concebir que ya no esté en este mundo, que ya no pueda escucharlo, que nunca más lo veré entrar en la habitación”, pronunció Marie tras perder a Pierre en un trágico accidente.
- La muerte, el duelo, las separaciones: escapan al campo cognitivo. La muerte de un ser querido atraviesa cada fibra de nuestro ser, nos rompe y nos duelen partes que nunca pensábamos que iban a doler. No se va de este plano solo la persona física, sino toda esa complicidad que compartimos con ella. Todo ese “entre nosotros” no existirá nunca jamás con alguien más.
Duele el duelo de nosotras mismas. Duele ya no encontrar esa versión propia.
Sorprendentemente, cuando dejamos ese dolor entrar, cuando lloramos, cuando nos enojamos con el mundo, cuando largamos todo… algún buen dia, no deja de llover, pero se asoma un poquito el sol detrás de tanta nube.
El mundo jamás será igual, pero la muerte misteriosamente tracciona distintas energías y movimientos. El mundo jamás será igual, pero, vos tampoco. Esa complicidad que compartiste con esa persona, vuelve a vos. Y de pronto, sentis esa fuerza dentro tuyo.
Marie eligió elevar su labor exponencialmente y dedicarse a su ciencia. Ganó dos premios nobeles. Es la única persona en el mundo que logró ganar dos premios de distintas categorías (física y química).
Rosa Montero se dedicó a investigar la vida de Marie Curie, tras la muerte de su esposo, y a escribir una novela best seller. Ambos logros, científicos y literarios, son recordatorios de cómo el dolor puede transformarse en una fuerza creativa y vital.
Autora: Belén Carriquiri
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