


¿Cómo cambiar lo que nos molesta?
Crecer incomoda. Al menos a mí, me dolían muchísimo las piernas cuando era niña, y mi mamá me decía: “Te duelen porque estás creciendo, Belén. Vas a ser más alta”. Me pregunto… ¿cuántas veces nos quedamos “cómodas en la incomodidad” porque nos duele crecer? Muchas...
No paro de fracasar
Quizás el miedo al fracaso no sea más que una herencia de gestos, caras y palabras de quienes nos rodearon cuando no hacíamos las cosas “bien”. Quizás tememos algo utópico, porque en realidad nunca hemos fracasado… o porque ni siquiera nos hemos dado la oportunidad de...
Sostener el duelo
Tal vez sea redundante, pero si: los duelos duelen. Y aquí va una mala noticia para los negadores, no hay duelo que quede sin duelar. Los que no se duelan a tiempo se duelan después, con la diferencia de que, en el tiempo que se negó, el duelo se hizo carne. Pasó al...
La desesperanza
Algunos días la desesperanza juega cartas en el asunto y me inunda los jardines de margaritas. Sucede que de repente estoy en medio de una tempestad. Lo que ayer era una nave rompehielos hoy es una simple balsa de madera intentando resistir la marea. Porque a veces...