“Estoy loca.” “Toqué fondo.” “Me fui al pasto.” “Derrapé.” “No me aguanto.”

Emociones a flor de piel. Pensamientos que giran en círculos, cerrados, repetitivos. Como si nuestra mente fuera un laberinto que siempre lleva al mismo lugar: ese maldito lugar que nos desespera, que nos consume…

¿Qué te está pasando? Quizás estés atravesando una desregulación emocional.

¿Qué es? Imaginá un auto del que empieza a salir humo del capot. ¿Qué harías? Lo lógico sería abrirlo y revisar.

¿Y si no sabés qué pasa? Llamás al mecánico.

Cuanto más sepamos sobre motores, más rápido vamos a detectar qué falla y cómo arreglarlo.
Bueno… algo así pasa con nosotras y nuestras emociones. Cuanto mayor es el conocimiento emocional, más fácil es identificar qué tornillo se zafó para poder intervenir y volver a andar.

Ahora bien, puede pasar que sepamos que algo no anda bien, pero no tengamos idea de qué es. Ese es un buen momento para llamar al “mecánico” de la mente: un terapeuta.

 

Entonces… ¿qué es la desregulación emocional?

De forma simple: es cuando la intensidad y la duración de una emoción se desbordan.
Es decir, sentimos mucho más de lo que “deberíamos”… y por mucho más tiempo.

Si nos enojamos mucho y por mucho tiempo, si nos angustiamos mucho y por mucho tiempo, si sentimos mucha ansiedad… y por mucho tiempo, es posible que estemos desreguladas emocionalmente.

 

¿Qué predispone a la desregulación emocional?

  • Biología: por eso es importante alimentarse bien, descansar y mover el cuerpo.
  • Déficit de habilidades: puede que no hayas aprendido estrategias eficaces para afrontar ciertas situaciones.
  • Refuerzo del comportamiento emocional: sin darte cuenta, quizá tu desregulación se esté reforzando… Por ejemplo, puede que sea la única forma en la que lográs que te presten atención.
  • Seguir “andando” cuando sabes que sale humo del capot… hay que frenar, revisar y analizar qué necesitamos. 

Te entiendo. No es fácil llevar el auto al mecánico… De hecho, es una tarea que muchas veces he postergado. Pero, así como no sacaríamos el auto a la ruta sabiendo que algo no funciona, intentemos no exigirnos cuando estamos desbordadas.

Todas las personas alguna vez hemos estado emocionalmente desreguladas. Pedir ayuda, frenar, revisar… también es parte del camino. 

 

Autora: Belén Carriquiri – Coordinadora

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.